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Fomentado buenos hábitos en el regreso a clases

agosto 31, 2017 Unknown 0 Comments


Como padres, cuando nuestros hijos inician su etapa escolar nos invade una mezcla de emociones alegría, orgullo y expectación pero también podemos llegar a sentir un poco de dudas e inseguridad por esta nueva experiencia para nuestros pequeños al pasar tantas horas fuera de nuestro cuidado y atención. Tanto para los padres como para los hijos es un periodo de aprendizaje y adaptación a una nueva rutina de horarios, compromisos, tareas, ambiente y relaciones, es decir, es un estupendo momento para formar hábitos que potencien un desenvolvimiento psicológico y físicamente saludable durante infancia, adolescencia y posterior adultez.  Si ya han pasado por estos primeros días y ya tus hijos van más avanzados en el cole, el regreso a clases también es un buen momento para hacer los cambios necesarios y ajustar algunas conductas y o costumbres que no estén siendo beneficiosas para la salud y desarrollo de nuestros hijos.
Tres  hábitos podemos  fomentar durante esta etapa
La verdad es que casi todos nuestros hábitos comienzan a formarse desde una edad muy temprana casi desde el nacimiento, y ciertamente hay otros   que vamos adquiriendo durante el desarrollo e interacción con el mundo que nos rodea y nuestras propias elecciones. Pero hoy te quiero hablar de esos primeros hábitos que adquirimos sin saber, cuando aún no somos conscientes de nuestras elecciones, pero sin embargo tienen una gran influencia en nuestro futuro.
1) El primero de ellos es el hábito de la buena alimentación:
Alimentar de forma saludable a nuestros hijos representa un gran reto porque no siempre contamos con la información adecuada para hacerlo bien y, en ocasiones nos dejamos llevar por hábitos que no necesariamente son correctos. Es en esta etapa de la vida de nuestros hijos cuando aprenderán los hábitos y las costumbres que predominarán a lo largo de su vida, de ahí la importancia de que adquieran hábitos de alimentación saludables.
Un niño bien alimentado tiene más energía para un mejor desempeño escolar y en la actividad física. Que los hijos adopten buenos hábitos alimenticios, es una de las tareas que, como padres debemos ejercer con consciencia al tener la responsabilidad de:

·         Seleccionar y comprar los alimentos
·         Regular el horario de las comidas
·         Ofrecer los alimentos de manera que el niño pueda manejarlo
·         Hacer agradable el tiempo de la comida
·         Apoyar al niño para que participe en las comidas familiares
·         Establecer reglas de comportamiento en la mesa
·         Determinar el horario y lugares donde se come.
Esto en cuanto a forma y en cuanto al cómo es importante que tomes algunas consideraciones importantes:
·       Incluye en su dieta verduras y frutas (al menos 5 porciones al día).
·      Los niños aprenden por imitación, si los padres no acostumbran consumir verduras,  seguramente sus hijos tampoco lo harán.
·     Ofrécele alimentos sin forzarlo o condicionarlo a que los consuma, al hacerlo crearás una actitud negativa hacia los alimentos. Dales la libertad de decir que no, pero motívalos a comer de todo.
·     Ejemplos de lo que no es recomendable decir: si te lo comes puedes comer postre, salir a jugar, ver televisión, etc.
·       Acostúmbralos a que conozcan y consuman alimentos tradicionales del país.
·    Considera la variedad en sabores, olores, formas y consistencias, ya que un plato bien preparado siempre despierta el interés de los niños y estimula las ganas de comer.

El regreso o inicio de clases es ideal para iniciar, o continuar la formación de buenos hábitos alimenticios. Al preparar la lonchera o merienda que llevaran al colegio con alimentos nutritivos y variados. Una lonchera saludable debe contener la cantidad y variedad de alimentos según la edad del niño, etapa escolar y horas que estará fuera de casa. Es importante que a medida que vayan teniendo edad para ello, el niño se involucre con la preparación de su lonchera, a fin de que la lleve con gusto y le apetezcan los alimentos a la hora de comerlos.
Te dejo algunos ejemplos de loncheras saludables para ayudarte a diseñarlas, lo único que te debes hacer es sustituir la fruta, verdura o cereal por la del agrado de tu hijo o por la que esté disponible en tu país…Ahhhh y una cosa más no está permitido cambiar natural por procesado o artificial en ningún caso.

·       Pan integral con palta, huevo y tomate; una manzana o pera; limonada o naranjada.

·    Ensalada de frutas variadas con miel de abeja, un yogurt, cereal entero (avena, cebada, trigo, etc.) y naranjada o limonada.
·    50 gramos de variados frutos secos, un huevo duro, durazno en cubos con yogurt natural y vaso de leche entera.
·   Banano pequeño, panqueques de arándanos o frutos rojos, un vaso de leche o yogurt.
·    Sándwich de pollo con pan o pitas integrales tomate y lechuga con mantequilla de maní o de almendras, palitos de zanahorias, una pieza de fruta o zumo  natural.
·     Tazón de avena con miel y canela, tortilla de huevos con queso y espinacas, mix de frutos secos, una pieza de fruta.
·   Flores de brócoli con noguets de pollo o atún, arroz con leche casero, una mandarina,pera o durazno. 
No olvides incluir siempre agua potable y recipientes aptos para microondas en el caso de que prefieran comer caliente, aunque es preferible calentar en estufa o comer a temperatura ambiente.

       2) Buenos hábitos del cuidado personal.
El cuidado personal no se refiere únicamente a la forma como nos vestimos o peinamos, va un poco más allá y es que tiene que ver con ser conscientes de la importancia de cuidar como nos relacionamos con nuestro cuerpo con fin de establecer practicas como: el ejercicios diario, buenas posturas, horas de descanso y horarios para cumplir con  los deberes escolares, de tal forma que  éstas se correspondan dentro de los límites adecuados según la edad y condiciones de salud de cada niño.
Es  cierto que a no todos los niños, puede gustarle algún deporte pero estoy segura que a todos les gusta jugar, distraerse y divertirse. Si ponemos atención podemos encontrar la forma más adecuada para que nuestro hijo utilice su tiempo de recreación y esparcimiento de una manera provechosa. No es lo mismos pasar horas jugando con un aparato sentado o mal sentado en el sillón frente al televisor que nadar por una hora, o nadar media hora y correr otra media hora, o leer algún tema interesante, o montar en bici o simplemente salir a dar un paseo en familia. Lo primero maltratará su cuerpo en primer lugar con el sedentarismo, en segundo lugar con las posturas inadecuadas, sentarse mal sin ser consciente de ello, lo cual pude ocasionar problemas y dolores de lumbares, debido a que está en periodo de crecimiento sus músculos y huesos necesitan de movimiento para estimular su correcto desarrollo,  en tercer lugar no aprenderá nada de sí mismo. Lo segundo será beneficioso tanto en el presente como en el futuro, lo ayudará a relacionarse mejor, estimulará su autoconfianza y autoestima, lo mantendrá ágil y en movimiento lo cual previene enfermedades como la obesidad  y diabetes infantil y favorece la formación de huesos y músculos fuertes y sanos.
Haz que tus hijos se muevan más física y mentalmente por el hoy y por un futuro más sano:

·     Comparte con ellos alguna actividad recreativa al menos 3 veces por semana o fines de semana.
·      Por favor no les compres juegos para “distraerlos”… como estos que se juegan en la tv por horas y horas donde en la mayoría la violencia reina ¡eso es un grave error!
·    Cómprales juegos que los hagan pesar y motiven su creatividad. Sopas de letras, ajedrez, monopolio, etc.…hay muchos de este tipo, se que puedes encontrar alguno divertido e interesante. Además de que se pueden jugar en familia.
·       Es excelente, sí muestra interés por algún deporte. ¡Apóyalo!

3)  El buen hábito de la responsabilidad.
Ya de adultos sabemos, cuan importante es el valor de la responsabilidad en el desenvolvimiento de nuestra vida diaria y cuanto puede llegar a influir en el logro de los objetivos personales y profesionales. En muchas ocasiones los padres podemos caer en el error de pensar que hay que esperar que nuestro hijo tenga cierta edad para enseñarle a ser responsable por temor a creer que aún no están preparados para darse cuenta de su conducta y que debemos justificarlo con el hecho de que están pequeños. Es cierto que hay una edad para todo pero mientras más temprano formemos bases sólidas con buenos hábitos, mayor será el beneficio en el futuro para nuestros hijos y mayor satisfacción tendremos como padres al ver a nuestros hijos llevar una vida coherente y respetuosa de sus valores y principios.
La responsabilidad se debe abordar mucho antes de que comiencen los verdaderos problemas de falta de compromisos, falta de colaboración por parte del niño en las tareas del hogar, absentismo escolar o no cumplir con las tareas escolares.
Es básico que, desde pequeños, tengan alguna responsabilidad. De ese modo sabrán lo que es esforzarse y conseguir cosas. Aprenderán lo que conlleva una responsabilidad. Así pues, desde pequeñitos podemos ir pautándoles las siguientes dimensiones:
·         Recoger juguetes.
·         Responsabilizarse de su aseo a medida que crezcan.
·         El aseo y orden de su habitación.
·         Ayudar a poner y quitar la mesa.
·         Responsabilizarse de alguna mascota –si la tienen-.
·         Responsabilizarse de sus tareas escolares y de su material escolar.
·         A medida que crezcan y, cuando llegan a la adolescencia, les iremos permitiendo cosas si ellos nos demuestran responsabilidad. Pasarán el fin de semana con ese amigo, si antes, ha cumplido en casa y en el colegio.
·         A medida que nos demuestren que son capaces, y que son responsables de sus cosas, les ofreceremos mayores oportunidades. Pero recuerda, es esencial que mantengas siempre una buena comunicación con tus hijos, que les demuestres tu amor, su confianza en ellos y que refuerces siempre lo positivo de ellos. Educar es un camino largo en el que nos formamos cada día, pero es una aventura que merece la pena vivir. 

 

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